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Ortodoncia interceptiva
Este tipo de ortodoncia se usa en los niños y nos sirve para actuar sobre el crecimiento de los huesos de la mandíbula y del maxilar, así como también para guiar la erupción y el posicionamiento de los dientes en la arcada dental.
Al llevarse a cabo cuando todavía se está creciendo es mucho más sencillo corregir problemas de maloclusión ya que podremos guiar a los huesos para que crezcan en la dirección adecuada y de la manera correcta. También nos permite compensar malos hábitos como chuparse el dedo, uso excesivo del chupete o tragar con la lengua en una posición inadecuada.
La ortodoncia interceptiva establece el equilibrio facial y muscular, así se consigue mejorar la estética dental y la estética del rostro.
El objetivo de la ortodoncia interceptiva es conseguir que los dientes y los huesos lleguen al final de la fase de erupción en la posición más correcta posible. En muchos casos será necesario el uso de ortodoncia fija para acabar de conseguir una oclusión correcta y harmoniosa.
En la ortodoncia interceptiva a se puede utilizar aparatología fija o de quitar y poner, es decir, removible.
Un tipo de aparato fijo es, por ejemplo, el disyuntor o expansor palatino; se usan para tratar los paladares estrechos.
Un tipo de aparato removible es, por ejemplo, el twin block; este tipo de aparato se usa para reposicionar la mandíbula y redirigir las fuerzas oclusales cuando existe una mordida protuida.
Si el niño no ha recibido tratamiento con ortodoncia interceptiva y va directamente al tratamiento con ortodoncia convencional será más difícil tratarlo si presenta un problema óseo. La ortodoncia convencional puede solucionar problemas en la posición de los dientes pero es mucho más difícil que solucione problemas de tipo óseo.