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Las llagas casi siempre se presentan en el momento menos adecuado y nos hacen la vida un poco más difícil durante unos días. Si tienes una, sigue leyendo y aprenderás cómo tratarlas con Espacio Dental Jaén.
A una llaga también se le puede llamar afta, úlcera aftosa, úlcera bucal o estomatitis aftosa, son una interrupción de la continuidad física de la mucosa oral (el tejido que recubre la boca) es decir una pequeña herida de color blanco o amarillento rodeadas de una ligera inflamación que sale dentro de la boca.
Son muy frecuentes, afectan sobretodo a niños y adolescentes.
Normalmente desaparecen en unos días pero si persisten más de una semana es necesario que vengas a nuestra clínica dental en Jaén para que le echemos un vistazo.
Aunque son lesiones benignas suelen ser muy dolorosas; hacen difícil comer, tragar y según donde estén también interfieren con el habla. Puede aparecer sólo una, varias o muchas pequeñitas agrupadas como en racimo.
Por las manifestaciones clínicas, se establecen tres tipos de aftas: menores o leves, mayores o graves y ulceraciones herpetiformes recidivantes o estomatitis aftosa recidivante.
Aunque las causas no se conocen con precisión hay algunos factores que se relacionan con su aparición:
Estrés emocional
Ortodoncia o prótesis dentales
Limpieza dental agresiva
Infecciones
Cambios hormonales
Hipersensibilidad a ciertos alimentos: fresas, limón, chocolate, frutos secos…
Deficiencias nutricionales: déficit de hierro, ácido fólico, vitaminas del grupo B o falta de oligoelementos como el zinc.
No podemos olvidarnos de algunas situaciones de salud específicas que pueden hacer aparecer aftas en la boca como la enfermedad celíaca, la enfermedad de Behçet o el sida.
En el caso de los pacientes celíacos una dieta sin gluten suele resolver el problema. Para las dos otras enfermedades es necesario recurrir al médico especialista ya que la aparición de las aftas está determinada por los problemas del sistema inmune que conlleva la enfermedad.
Ya que las causas de las llagas todavía no se conocen con exactitud el tratamiento es paliativo. Es decir, se busca aliviar el dolor e intentar acortar su duración.
Los enjuagues bucales con un principio activo antimicrobiano como la clorhexidina disminuyen el dolor aunque si no se usan correctamente o se usan durante periodos largos de tiempo pueden teñir los dientes (estas tinciones desaparecen con una limpieza).
Las pomadas de antibióticos e hidrocortisona disminuyen el dolor y contribuyen a la curación. Es de especial utilidad la hidrocortisona en una base adhesiva.
Indirectamente pueden ser de utilidad los anestésicos tópicos, analgésicos y vitaminas
Los corticoesteroides por vía general en dosis elevadas por un corto periodo pueden ser de mucha utilidad para los ataques graves y debilitantes de afta.
El ácido hialurónico interviene en los procesos de reparación tisular y cicatrización, actuando localmente como sustancia protectora, reparadora, antiinflamatoria, antiedematosa y cicatrizante de la mucosa oral. Los productos que lo contienen suelen ser muy útiles en el tratamiento de las llagas. Alivian el dolor rápidamente, no pasa nada si se traga y la gran mayoría puede usarse con seguridad en niños, embarazadas y personas mayores.
Si tienes una llaga no debes comer alimentos picantes, ácidos, muy calientes ni condimentados ya que pueden causar dolor. Durante el proceso es recomendable mantener una correcta higiene dental tres veces al día usando los accesorios (cepillos, seda…) con suavidad.
Para saber qué tratamiento debes usar tienes que venir a nuestra clínica dental en Jaén, Espacio Dental Jaén, donde podremos ayudarte a poner fin a estas molestas aftas.